Console Nexium One

La compré para mí, pero terminó uniendo a toda la familia. Mis hijos quedaron fascinados y yo feliz de mostrarles los juegos de mi infancia. Un regalo para el alma.

Fue prenderla y sentir ese golpe de nostalgia que no esperaba, terminé llorando un poquito recordando cuando jugaba con mi hermano.

Mi papá no es muy de tecnología, pero cuando vio esta consola se le iluminó la cara al ver los juegos de su infancia. Ver disfrutar a mi papa no tiene precio.

Pensé que iba a ser algo simple, pero terminó dándome un momento que necesitaba hace tiempo. Fue como desconectar la cabeza de todo.

La usé después de un día horrible y me cambió el ánimo. Me recordó tiempos más felices, donde todo era más ligero. La amé.

La conecté a la tele y mi mamá se sentó al lado sin que le dijera nada. Empezó a contar historias de cuando yo era chico. Ese momento valió cada peso.

Lo compré como regalo de Navidad para mi pololo, le encantan los videojuegos, le encantara cuando lo abra. El envio fue rapido y todo llego super bien.

No sabía cuánto necesitaba un pedacito de mi infancia hasta que tuve esta consola en las manos. Me devolvió un sentimiento que tenía olvidado.

Escuchar esos sonidos me transportó al living de mi casa cuando tenía 10 años. Fue tan fuerte que me quedé jugando sola más de una hora jaja.

Mi hijo no podía creer que yo jugara esas cosas, y terminamos compitiendo los dos. Risas, buena onda y un montón de recuerdos. Hermosa experiencia.

La calidad me sorprendió, pero lo que más me llegó fue cómo me hizo sentir. Es raro encontrar algo tan simple que te dé tanta entretención.